Este año marca el décimo aniversario de la mayor ruta costera señalizada, catalogada como la más larga del mundo. La Wild Atlantic Way es un viaje señalizado por carretera a lo largo de los contornos de la gran costa occidental de Irlanda, desde el condado de Cork en el sur hasta el condado de Donegal en el norte, que ha logrado el reconocimiento internacional. Con 188 puntos a descubrir por el camino, la ruta ha guiado al intrépido viajero durante esta última década hasta el previamente inexplorado oeste de Irlanda, con el logro de haber atraído casi a dos millones de viajeros más cada año y haber ayudado a dar forma a una industria de turismo próspero que apoya 121.000 puestos de trabajo y aporta 3 mil millones de euros a la economía cada año
Atravesando nueve condados costeros, esta ruta épica está plagada de calas y acantilados, cuevas y formaciones rocosas escarpadas, todo esculpido por el mar durante milenios. Con su belleza cinematográfica y paisajes de otro mundo, es un lugar que ha atraído la atención de algunos de los mejores cineastas y productores de televisión del mundo, como La hija de Ryan, La Guerra de las Galaxias, Almas en Peña de Inisherin (Banshees). of Inisherin ) y Normal People, todo filmado en localizaciones de la zona.
La Wild Atlantic Way se puede explorar andando, en bicicleta o en coche y en cualquier época del año. Su diversidad acoge planes y gustos para todos: pasar las tardes en alguna de sus 63 playas, conectarse con la naturaleza en uno de sus cinco parques nacionales, descubrir alguna de sus 26 islas habitadas -o de sus cientos de islas habitadas-, disfrutar de alguno de sus campos de golf de renombre mundial, ver las estrellas en una de sus reservas de cielo oscuro o admirar la isla Skellig Michael, considerada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En el centro del éxito de este magnífico paisaje marino está su gente y su famosa hospitalidad. Desde los ritmos trepidantes de una sesión de música tradicional hasta platos de mariscos súper frescos, la Wild Atlantic Way ofrece infinitas posibilidades para pasar un buen rato.
Hay destilerías de whisky galardonadas y alojamientos impresionantes, desde faros hasta castillos. Hay restaurantes con estrellas Michelin y cafeterías tradicionales con techo de paja impulsadas por un compromiso con los productos locales. Y cuando se trata de pubs, la Wild Atlantic Way ofrece los tradicionales pubs estilo tienda de comestibles de Dingle, los animados pubs musicales de Westport , así como innumerables bellezas junto al mar a lo largo del camino.
A dónde ir
- Condados de Cork y Kerry
Cork y Kerry son los condados más al sur de la Wild Atlantic Way y ofrece penínsulas irregulares que sobresalen hacia el océano, con colosales montañas y lagos cristalinos en valles boscosos.
Kinsale , en el condado de Cork, marca el comienzo de la ruta y es una inmejorable introducción a la espectacular costa de Cork, con sus preciosos pueblecitos y espectaculares lugares, tales como la estación de señales de Mizen Head, el punto más al suroeste de Irlanda, conocida por su puente sobre un fotogénico paisaje marino arremolinado.
El condado de Kerry es famoso por sus atracciones de gran impacto incluyendo el Anillo de Kerry y la península de Dingle- así como el singular Skellig Michael-, una sede monástica del siglo VI y ubicación de la película Star Wars.
- Condados de Limerick y Clare
La carretera N69, que bordea la ría, conduce al Foynes Flying Boat & Maritime Museum, ¡cuna del café irlandés! La localidad de Limerick cuenta con uno de los mejores castillos normandos del mundo, el Castillo de Rey John , así como pubs animados junto al río.
Una vez en Clare, el paisaje cambia restrictivo, y la península de Loop Head nos deleita con carreteras serpenteantes y vistas vertiginosas. A continuación, vienen los acantilados de Moher, formaciones rocosas que recuerdan a Goliat y se elevan sobre el Océano Atlántico. Cerca de allí, el pintoresco pueblo de Doolin ofrece una pintoresca puerta de entrada a las amadas Islas Aran , así como el paisaje kárstico de piedra caliza del Burren, un área especial de conservación. Clare también es famosa por su ambiente de música tradicional, que se puede disfrutar en los animados pueblos de Doolin, Ballyvaughan y Lisdoonvarna.
- Condados de Galway y Mayo
Hay que llegar siempre a la ciudad de Galway con apetito, porque es un destino gastronómico de primer nivel. Más allá de la ciudad está Connemara, una región salvaje azotada por el viento, una vez descrita por Oscar Wild como una «belleza salvaje». Los visitantes tienen una gran variedad de lugares a su disposición, cuentos como la Abadía de Kylemore , salida de un cuento de hadas y asentada en un lago vidrioso, y el bonito pueblo de Roundstone bordeado por el océano.
Una de las atracciones estrella del condado de Mayo es la bulliciosa ciudad de Westport en la Bahía de Clew. El pub de Matt Malloy , propiedad de uno de los principales músicos de Irlanda, es siempre una cita obligada para quien busque una buena sesión de música tradicional en directo. La isla Achill, uno de los escenarios de la película Almas en pena de Inisherin , es sin duda una parada obligada, con la Bahía de Keem como atracción estrella, o Céide Fields, un yacimiento neolítico de 6000 años de Antigüedad con vistas a un acantilado de 110 metros de altura.
- Condados de Leitrim, Sligo y Donegal
Ben Bulben, la famosa montaña plana que aparece en la poesía de William Butler Yeats y la serie de televisión Normal People, presagia el paso de la ruta hacia el noroeste. El rastro de Yeats une a Leitrim y Sligo , y aquí es donde encontrarás Strandhill, hogar de una de las mejores escuelas de surf de Irlanda.
El indómito paisaje de Donegal está bordeado por kilómetros de playas desiertas, pero lo más impresionante aquí son los imponentes acantilados de Slieve Liegue. Para aquellos que prefieren algo un poco más realista, el parque nacional de Glenveagh ofrece bosques, plantas exóticas y una mansión almenada con una historia de fondo fascinante.
De hecho, toda la Wild Atlantic Way cuenta una historia en sí fascinante con un telón de fondo bellísimo, y aquellos que vienen de visita rara vez se van desencantados. Como JJ Abrams, el director de Star Wars: El Despertar de la fuerza lo expresó durante el rodaje en la región: «Es una especie de milagro este lugar. No podríamos sentirnos más honrados de estar aquí».
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