El World Travel Market (WTM) de Londres 2024 reunió a líderes del sector turístico para abordar los retos y oportunidades del turismo sostenible, con un enfoque especial en cómo lograr un modelo de “turismo neto positivo”. En una sesión titulada . El viaje colaborativo hacia un turismo neto positivo, expertos de diversas organizaciones internacionales coincidieron en que el futuro del turismo dependerá de la colaboración entre empresas, gobiernos y destinos, y de la integración de la tecnología como herramienta clave para reducir el impacto ambiental y social del sector.
André Russ, vicepresidente de desarrollo comercial de EarthCheck, subrayó la necesidad urgente de que la industria del turismo tome medidas más efectivas para redefinir lo que significa viajar de manera responsable. Aseguró que el sector debe tomar decisiones claras para reducir su huella ecológica y generar beneficios tangibles para las comunidades locales. “No basta con reducir el impacto negativo; también debemos generar resultados positivos para el medio ambiente y las poblaciones que dependen del turismo”, destacó.
Jessica Matthias, directora global de sostenibilidad de Sabre, señaló que el tradicional enfoque de medir el éxito turístico por el número de visitantes está quedando obsoleto. En su lugar, abogó por un cambio hacia la medición del turismo según su impacto y su capacidad para beneficiar a las comunidades y al entorno natural. En ese sentido, resaltó el papel crucial de la tecnología para ofrecer a los viajeros información sobre las emisiones de carbono de sus vuelos, lo que les permitiría tomar decisiones más informadas sobre su huella ecológica. Sabre ya ha implementado un modelo de impacto de viajes que permite a los consumidores comparar las emisiones de vuelos similares, una iniciativa que podría convertirse en un estándar para la industria.
A lo largo de la jornada, se compartieron ejemplos inspiradores de destinos que están implementando prácticas sostenibles. Japón, por ejemplo, presentó su estrategia de turismo comunitario, utilizando tecnología para mostrar en tiempo real el número de turistas en los sitios más populares, lo que permite redistribuir el flujo de visitantes y reducir el impacto de la sobrecarga turística en áreas específicas. La iniciativa ha tenido éxito al vincular a los turistas con oportunidades de voluntariado en comunidades rurales, lo que también fomenta un turismo más auténtico y responsable.
Otro ejemplo fue Ras Al Khaimah, en los Emiratos Árabes Unidos, que ha logrado una notable colaboración con destinos vecinos para incentivar a los turistas a visitarlos en horarios de menor afluencia. De esta forma, se busca reducir la presión sobre los lugares más concurridos, al tiempo que se fomenta un turismo más equilibrado. A través de su asociación con EarthCheck, Ras Al Khaimah también ha implementado medidas para reducir el desperdicio de alimentos en los hoteles, lo que ha llevado a una certificación sostenible y a una notable reducción en los costos operativos.
La tecnología también fue protagonista en el WTM de Londres. Peter Krueger, CEO de Experiencias Vacacionales de TUI Group, presentó el caso de sus hoteles en Turquía, que han implementado paneles solares como parte de su estrategia para reducir las emisiones de carbono. Krueger destacó que esta iniciativa no solo ha sido beneficiosa para el medio ambiente, sino que también ha reducido los costos energéticos, pasando de 12 a 7 centavos por hora en consumo eléctrico. Sin embargo, advirtió que el mayor obstáculo para la expansión de este tipo de proyectos son las restricciones regulatorias de algunos gobiernos locales, que aún no ofrecen un marco adecuado para facilitar la implementación de energías renovables en la industria turística.
Finalmente, los participantes coincidieron en que una de las claves para lograr un turismo verdaderamente sostenible es la colaboración entre la industria y los gobiernos. Aunque las empresas turísticas están tomando medidas cada vez más innovadoras y sostenibles, aún existen desafíos regulatorios que impiden la expansión de estas iniciativas. La coalición Travalyst, a la que pertenece Sabre, ha estado trabajando con otras empresas del sector para promover prácticas consistentes de sostenibilidad, y uno de sus principales objetivos es la colaboración activa con los gobiernos para crear un marco normativo que facilite la transición hacia un turismo más responsable.
El WTM Londres de 2024 dejó claro que el turismo sostenible ya no es una opción, sino una necesidad urgente para garantizar que el crecimiento del sector no comprometa los recursos naturales ni las comunidades que lo albergan. Con la combinación de tecnología, innovación y colaboración global, el turismo puede avanzar hacia un futuro más equilibrado y responsable.
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