¿Cómo elegir que ver en tan solo un fin de semana en Lisboa? Una de las cosas que tenía claro es que esta vez no me iría de la capital portuguesa sin acercarme a Sintra. Varias personas me habían hablado de esta pequeña villa, famosa por sus edificaciones, y no dudé en acomodarla en mi itinerario en mi segunda visita a Lisboa.
La primera vez que fui a esta ciudad me limité a recorrer sus puntos más turísticos, así que cuando tuve la oportunidad de volver, decidí ir a esos lugares que todavía no conocía. Uno de ellos era Sintra, una villa situada a poco más de media hora de Lisboa en coche y que es conocida por sus castillos y palacios.
Mi viaje a la capital portuguesa fue bastante corto, tenía tan solo dos días y medio para hacer turismo, así que invertí una mañana en Sintra, visitando dos de sus lugares más emblemáticos, el Parque da Pena y la Quinta da Regaleira.
El Parque da Pena es conocido por su famoso palacio, una construcción de estilo romántico que fue el hogar de la familia real portuguesa durante el siglo XIX. Aunque casi todo el mundo que visita este lugar entra a recorrer el palacio, como teníamos poco tiempo, nosotras decidimos centrarnos en los jardines, un espacio gigante con una gran variedad de plantas y algún que otro animal. El precio de la entrada general para visitar solo el parque es de 7,5 euros, mientras que si quieres conocer también el palacio deberás pagar 14 euros.
Aunque se encuentra en la cima de una montaña, la llegada hasta este lugar es sencilla, ya que, al ser tan turístico, hay diferentes medios de transporte que llevan hasta aquí. Nosotras viajábamos con nuestro propio coche, pero pudimos ver varios buses y tuktuk haciendo el recorrido de curvas infinitas hasta la cumbre.
Después de pasar unas horas por el Parque da Pena, nos dirigimos a nuestro siguiente destino, la Quinta da Regaleira, situada más cerca del centro de Sintra. El precio de la entrada general es de 10 euros, pero hay descuentos para ciertos grupos como los periodistas, quienes tenemos acceso gratuito.
Este lugar, construido a inicios del siglo XX, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y no es para menos, porque, además de su palacio y sus jardines, ambos impresionantes, esconde sitios mágicos, como pasadizos subterráneos, cuevas y pozos con escaleras de caracol.
El poco tiempo no nos permitió invertir muchas horas en esta quinta, pero pudimos ver lo esencial, el pozo iniciático, de arquitectura masónica, y el Palacio da Regaleira, además de recorrer una parte de sus jardines, en los que te topas con pequeños rincones con mucho encanto.
Aunque no pudimos recorrer la villa en sí, las calles y el ambiente de Sintra nos dejaron con ganas de quedarnos más tiempo, así que si tienes la oportunidad de visitar este destino, aprovecha para pasar el día entero, probar la gastronomía típica y conocer el resto de atractivos turísticos.
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Por: Mónica Martín Rivas
INFOTUR LATAM
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