Llegar a Tarma (3,050 msnm) toma unas 6 horas desde Lima. Basta subir a un bus o taxi-colectivo en el terminal Yerbateros para amanecer en el “Valle de las Flores”, llamado así porque los tarmeñxs se han especializado en cultivar flores, rosas y hierbas aromáticas que venden a las principales ciudades peruanas y al extranjero.
Joya estratégica
A Tarma también la llaman “La Perla de los Andes”, bautizada así por el sabio Antonio Raimondi. Su ubicación estratégica para conectar la costa con la sierra y selva centrales, y su importante papel político y administrativo desde la época prehispánica, han hecho que, efectivamente, Tarma sea una invaluable joya andina.
Ciudad turística
Al llegar, Inti Santos –un miembro de la red de viajeros Couchsurfing– nos recibe con los brazos abiertos y una enorme sonrisa. Es temporada de lluvias, pero esta mañana el cielo está despejado y nos vamos a dar un paseo por las calles del centro histórico.
Mauricio y yo ya hemos visitado Tarma otras veces, y hemos conocido –cada uno a su manera– la Plaza de Armas y la catedral de Santa Ana, sus locales de manjar blanco, sus calles coloniales, su campiña florida y el santuario del Señor de Muruhuay (a pocos minutos).
También hemos sentido la humedad de la oscura gruta de Huagapo, una cueva que siempre nos impresiona, tocado los textiles que los artesanos de San Pedro de Cajas convierten en obras de arte, y apreciado la ingeniería hidráulica de Cachi Pozo. Todo a pocos kilómetros del distrito de Tarma.
Sin embargo, no habíamos llegado a Tarmatambo ni disfrutado del atardecer en el mirador de Acobamba.
Tarmatambo
El primero es un tambo o lugar de descanso en el tramo real del Qhapaq Ñan (red de caminos prehispánicos) que conecta Cuzco con Quito. Fue diseñado por el Inca Pachacútec y era también un importante centro administrativo. Como vestigios quedan las Colcas o recintos para almacenar alimentos, la plaza principal y un ushnu o templo sagrado.
La lluvia inminente nos apura el retorno y nos encuentra a medio camino, sin paraguas ni ponchos impermeables. La gelidez nos abraza y nos despierta nuevas emociones. Un vasito de aguardiente de caña me protege de un buen resfriado. Es día de fiesta y no hay “combis” de regreso. Corremos unos 100 metros a la carretera que une Huancayo con Tarma. Solo 10 km nos separan de un cuarto caliente y una deliciosa cena.
Acobamba
Aunque es más conocida por albergar al milagroso Señor de Muruhuay, la segunda ciudad, Acobamba, tiene otros lujos turísticos que quedan desapercibidos por el circuito turístico convencional (que solo muestra el santuario a los visitantes).
Llegar aquí por cuenta propia nos permite contemplar la tranquilidad de su Plaza de Armas mientras tomamos un café en Kaypin Cruz, un negocio familiar lleno de arte y amabilidad, ubicado en una de las esquinas de la plaza. Nos atiende Nuria, quien nos habla de las lagunas por conocer en las alturas de Acobamba. También nos invita a conocer el valle del Perené, donde su familia extrae el café que venden en el local.
Estamos de paso, pero todavía hay tiempo de subir al mirador del Cristo Blanco. Nada como estar allí al atardecer y ver cómo se encienden las luces de la ciudad.
Noche tarmeña
De regreso en Tarma, Inti nos hace descubrir lo que para estos dos viajeros era completamente desconocido: la actividad nocturna de Tarma. “Para muestra un botón”, nos dice, y nos lleva a tres bares encantadores. Uno de ellos, el Pachahuaray, está lleno de libros, es más bien una biblioteca donde puedes beber o comer durante las tardes y noches.
Los otros dos, Pirka y Muki’s, tienen un decorado lleno de colecciones muy atrevidas que no desentonan y que acompañan muy bien las cartas de estos locales. Además, fomentan actividades artísticas y culturales.
Sin duda, nuestro paso por Tarma hacia la selva baja nos dejó con ganas de volver y seguir explorando todo lo que nos falta descubrir en esta ciudad. Nos toca avanzar a San Ramón para comenzar a respirar un poco de selva. Nuestro destino final es Iquitos, el camino aún es largo. ¡Pero allá vamos!
Fotos y texto: Claudia Ugarte
INFOTUR LATAM
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