Cayo Largo del Sur constituye hoy uno de los escenarios más esperado a visitar por los participantes en la 40 Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCuba 2022).
Escenario de la región sur-occidental de este país para muchos que lo conocen representa el espacio perfecto para el intimismo, muy solitario y protector, sobre todo a propósito de amenaza tan actual como la pandemia de la Covid-19.
En la lista de los trayectos para el programa de familiarización turística de la reunión aparece este cayo y playa, que además de sus bellezas, oculta leyendas de piratas.
Cayo Largo fue en su momento un rincón apartado, dotado de un colorido particular, cuando sus playas y escondrijos significaban espacio digno para el turismo y la protección ambiental.
Como paraíso terrenal, la recreación marinera destapó una moda de visitar este espacio, y constituir un privilegio particular que con el tiempo transformó ese destino en plaza ideal para viajeros en busca de silencio, intimidad y bellezas naturales.
Tiene historia, magia y un futuro por delante pese a la pandemia, y por encima de ella, a partir de escenario propicio para senderismo, fotografía sumergida, y las vacaciones más activas posibles.
Su bautizo se debe a la forma geográfica alargada, como parte del Archipiélago de los Canarreos en su extremo Este, y el más grande de un grupo de los Jardines y Jardinillos conocidos en su momento por los exploradores españoles.
Se trata de un contexto muy llano, sin alturas notables, con 50 pies sobre el nivel del mar y una superficie de 38 kilómetros cuadrados, con 27 kilómetros en su porción más larga.
Los historiadores reseñan que al Cayo no es necesario crearle una historia para el turismo, pues tiene su propia trayectoria. Documentos señalan que exploraciones arqueológicas ubican tres puntos con la presencia de instrumentos elaborados a partir de caracoles.
En el mismo todo comenzó como industria turística a partir de 1982 luego de un inicial Hotel Isla del Sur y un servicio incipiente de marina.
Lugar de concursos internacionales de fotografía submarina, el territorio de Cayo Largo opera con el principio de ser Zona Bajo Régimen Especial de Uso y Protección.
Cerca de 10 alojamientos respetan en el lugar los principios de la protección medioambiental, como es el caso de Playa Blanca, Isla del Sur, Coral, Soledad, Linda Mar, Sol Pelicano y Sol Cayo Largo, unas mil habitaciones en total, de sugestivos nombres.
Antes de la pandemia, el producto líder en el Cayo fue el buceo, y volverá a serlo, con dos excursiones de mucho impacto como es el caso de una nombrada Super Reef, cuando se degusta a bordo un menú marinero, o la visita al cercano Cayo Rico.
Por año en el Cayo se realizaban 41 mil inmersiones, para potenciar al buceo contemplativo, y llegar mediante el aeropuerto internacional del propio nombre.
Lugar, con llegadas de piratas, con la presencia de Don Hawking en 1565, o los conocidos franceses Jean Laffitte y Latrobe por 1819, y el propio Pepe el Mallorquín, corsario o pirata de 1820, entre muchos otros, que quizás fueron los primeros turistas del lugar.
Ahora vuelve a deslumbrar este islote ante los cinco mil 500 participantes en FITCuba 2022, provenientes de 53 naciones, sobre todo turoperadores, agentes de viajes, representantes de líneas aéreas y directivos de esta industria que tanto realce lugares paradisíacos.
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