Accor, el coloso de la hotelería francesa, se ha hecho con la marca Orient Express y avanza en la construcción de un producto ferroviario de alto standing siguiendo más o menos la ruta tradicional de Londres a Venecia y Roma.
Se trata de un producto muy sofisticado, que incluye todas las fases del viaje. El tren acabará en Roma, pero el viajero no puede esperar su vuelo de retorno en cualquier hotel, por lo que Orient Express ha decidido comprar el Palazzo Fonseca, de la capital italiana para ofrecer la última estancia para esos viajeros (o la primera, según el viaje). El hotel se llama La Minerva.
El hotel está al lado del Panteón romano y tiene 93 habitaciones. La rehabilitación se ha hecho por todo lo alto, con motivos ferroviarios. Louis Vuitton colabora en la decoración del hotel, cuyos precios van desde los 1.198 euros para una habitación clásica a los 2.138 para una suite.
Gilda Pérez Alvarado, la primera ejecutiva de la empresa creada por Accor para dedicarse a este negocio, explica que próximamente se abrirá el Orient Express Palazzo Donà Giovannelli de Venecia, también como parte de la experiencia.
El Orient Express será un viaje en tren, pero también tendrá dos yates de lujo, que se incorporarán a la experiencia desde un momento de 2026.
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