Llegué un sábado en la tarde a este espacio estratégicamente ubicado en una esquina de la calle Cantuarias, en Miraflores y me recibió Alejando Lamas, su administrador. Primer paso: un breve recorrido por las instalaciones y fue recién ahí cuando entendí que nuestra conversación, y la noche, serían largas.
Mandala: cuando la experiencia lidera
Al ver los diferentes espacios, cada uno pensado en las distintas experiencias del cliente y etapas de la noche; la tecnología de primer nivel, representada por la pantalla LED más grande del Perú; y la carta de comida y cócteles, suficiente en cantidad, pero generosa en su propuesta, automáticamente se entiende que Mandala no es casualidad: es el reflejo de la experiencia de un equipo con más de diez años liderando la innovación en la industria del entretenimiento local.
Alejandro trabaja desde hace ocho años con el gestor de discotecas como Vocé y Mute y que, antes de la pandemia, concibió esta nueva propuesta para Lima, dándole un aire más “místico” a la noche.
La experiencia de Alejandro en estos espacios se traduce en distintos aspectos, desde la calidez del personal hasta la importancia de saber llevar al cliente, a través de la música, a vivir una experiencia completa. Y es que, si bien en este tipo de espacios es difícil lograr que el cliente se sienta en confianza y con una adecuada cuota de comodidad, en Mandala se logran estos objetivos de manera orgánica. La noche se va escribiendo con distintos capítulos y cada uno con su propio encanto.
Alejandro la tiene muy clara:
“Somos una propuesta nueva; un restaurante con buen bar al que la gente viene a divertirse. No somos gourmet: acá el personal puede interactuar con el cliente, siempre dentro de los límites, pero enfocados en que el cliente la pase bien. Que el cliente sienta que al venir acá va a ser tratado como si estuviera en la casa de amigos”.
Esta mentalidad ha llevado a Mandala a liderar la propuesta de entretenimiento de Lima. En tan solo seis meses, y empezando con marcadas restricciones, son ahora el N° 1 de la ciudad.
Un espacio y ambiente para cada gusto 
Mandala cuenta con distintos espacios, tales como una amplia terraza que se usa como zona de espera para entrar al salón; la zona “Beefeater”, con música más tranquila e ideal para conversar; y la zona del salón, con la música más marcada y la presencia del DJ debajo de la imponente pantalla LED. Desde el segundo piso se tiene una visión completa de la noche y a la vez, de lo que se va gestando en la altura.
La música es uno de los elementos más representativos de este local. El DJ empezó con el equipo de manera permanente y así Mandala ha logrado forjar un sello propio. La música es la compañera perfecta de cada etapa y claro, protagonista de la noche.
La barra de Mandala: otra estrella de la noche
Los cócteles en Mandala están llenos de color y vida. Son catorce propuestas muy bien logradas que buscan ser el acompañamiento ideal para la comida.
Robertho Ciriaco es el jefe a cargo de la barra y cuenta que siempre buscaron crear una carta “innovadora, fashion y diversa en destilados y sabores”. Y sí que lo lograron. Trabajan mayormente con gin, vodka y están introduciendo propuestas con tequila y mezcal. 
“La idea es siempre darle una mejor experiencia al cliente. Darles una sensación explosiva en boca que acompañe a los makis, las pizzas o lo que quieran probar, en armonía con el ambiente que se vive en Mandala”, cuenta Roberto. Él, además, se conecta con el cliente muy bien y de manera natural, siempre con una sonrisa y, en efecto, buscando que la noche del cliente sea aún mejor.
¿Sus cocteles favoritos? El Mule de Pepino, refrescante y el Mandala Drink, más dulce (además de precioso). Me atrevo a decir que son mis favoritos también.
Para más información:
- IG: @MANDALAMIRAFLORES
Por: Andrea Chaman Caballero
INFOTUR LATAM
www.infoturlatam.com
