El Inti Raymi: una fiesta majestuosa llena de arte, cultura y tradición

En la época de los Incas, el Inti Raymi, o Fiesta del Sol, era la celebración más imponente del Tahuantinsuyo. Se iniciaba en el solsticio de invierno, en junio, y durante nueve días las mayores autoridades y representantes de los cuatro suyos llegaban a la ciudad imperial para rendirle pleitesía al dios Inti y a su hijo, el Inca.

Eran días de fiesta en la que el pueblo confirmaba su religión solar y su cosmovisión; una ceremonia sagrada que paralizaba todo el imperio y en la que, por llevarse a cabo los días en que la tierra se encuentra más alejada del sol, a través de liturgias, ritos y sacrificios se le pedía al astro que no permita que nos distanciemos más de él.

El Inti Raymi regresó a Cusco en el año 1944 convirtiéndose en el centro de las fiestas jubilares de la ciudad; una ceremonia que congrega a miles de visitantes nacionales y extranjeros y que es considerada como una de las diez fiestas más importantes del mundo.

Este 24 de junio de 2022 el Inti Raymi regresó a Cusco luego de una paralización de dos años a causa de la pandemia y la magia, el arte y la fiesta volvieron a las calles de esta hermosa ciudad. Fue un día muy intenso, lleno de emociones y sorpresas y del que concluyo que todos los peruanos debemos sentirnos orgullosos por este espectáculo.

Aquí les cuento un poco de mi experiencia.

Todo empieza en el Qoricancha

La mañana empezó temprano con un contundente desayuno en el JW Marriott El Convento, en pleno centro de la ciudad. Sabíamos que teníamos un día largo por delante así que había que cargar buenas energías.

A las 8:15 a.m. ya estábamos en los jardines del Qoricancha, recinto en el cual se iba a llevar a cabo el saludo al sol a cargo del Inca. Ojo: hay entradas a la venta para estar sentados en graderías instaladas frente al jardín principal, pero también se puede ver todo desde las calles, aunque hay que llegar muy temprano porque son miles los que quieren ser testigos del evento.

A las 9:00 a.m. empezaron a bajar de las escaleras del Qoricancha más de setecientos artistas en unos hermosos trajes llenos de color, tocando instrumentos típicos y bailando a su ritmo. El Inca, desde lo alto del torreón, levantó la mirada y las manos hacia el sol para agradecer las cosechas, los frutos de la tierra e invocó para un futuro mejor.

Fue aproximadamente una hora en la que quedó claro que el día estaría cargado de arte. Muchas danzas, ofrendas y luego, al término, un desfile hasta la Plaza de Armas en las que todos pudimos ver de cerca el esplendor de las caracterizaciones. El Inca y la Coya sobre sus andas junto con su gran séquito estaban espectaculares.

El Encuentro de los Tiempos

Miles estuvieron desde temprano en la Plaza de Armas a la espera de presenciar el “Encuentro de los Tiempos”, donde el Inca y la máxima autoridad actual de la ciudad, es decir, el alcalde, se juntan.

Este evento es libre, así que la emblemática plaza de Cusco estaba llena, todos a la espera del desfile, que fue llegando de manera ordenada luego de cruzar unas cuantas cuadras desde el Qoricancha.

La tradición de los cusqueños es ver el Inti Raymi en la Plaza Central, así que la mayor parte de las escaleras del atrio de la Catedral estaban ocupadas por los locales. Los balcones de los hoteles y los restaurantes rebalsaban de extranjeros y de energía.

En esta ceremonia el Inca fue recibido con todos los honores, subió al altar en el medio de la plaza y junto al alcalde se izaron las banderas del Perú y de Cusco, el Inca recibió la promesa de los nuevos soldados de ofrendar su sangre por el Sol, el Inca y el Tahuantinsuyo y se le entregó al alcalde el Khipu, donde están representados los tres poderes que son la vida del pueblo: Querer, Saber y Trabajar.

Fue un evento que llenó la Plaza de Armas de color y danzas, conmovedor, en el que los cusqueños pudieron vivir el Inti Raymi y hay que resaltar que todo con mucho orden y respeto.

Sacsayhuamán: un espectáculo majestuoso

La convocatoria para la ceremonia central del día era a las 1.30 p.m. en la explanada de Sacsayhuaman, en las alturas de la ciudad. Si bien se esperaban unas tres mil setecientas personas hay que sumar todo el público que se congregó en las montañas de los alrededores, por lo que la mejor manera de llegar es a pie.

Una caminata de aproximadamente una hora desde el barrio de San Blas, disfrutando de vistas increíbles de la ciudad, es una muy buena antesala a esta tercera ceremonia del día.

La recreación de esta fiesta es simplemente espectacular. Desde el lugar, Sacsayhuamán, considerada en la época de los Incas como la Real Casa del Sol, tan imponente y hermoso, hasta el despliegue del espectáculo, todo fue majestuoso.

Durante dos horas el Inca invoca a los principales apus o montañas sagradas, agradeció al dios sol por la vida que nos da, como los frutos de la pachamama y el calor que nos abriga, hizo un pago a la tierra con chicha y prendió un fuego sagrado que luego sería trasladado a los cuatro suyos.

A su vez, los representantes de los cuatros suyos le rindieron cuentas al Inca, le hicieron ofrendas y pleitesías, tanto por su calidad de Inca como por ser el hijo del sol, mostrando distintos bailes y atuendos típicos de los diferentes rincones del Tahuantinsuyo.

Entonces, la recreación tiene dos momentos diferenciados: la ceremonia, liderada por el Inca en la que se realizan los informes de los suyos, los ritos y sacrificios (simulados) y el momento en que se disfruta de un estallido de bailes y música.

Este año fue especial, además, porque fue la primera vez que la Coya tuvo un guión en la ceremonia, a fin de darle una mayor apertura a la mujer andina, encargada de preparar la chicha, bebida sagrada.

Al final todos los personajes desfilaron por toda la explanada, luciendo sus hermosos trajes y siempre cumpliendo de manera impecable su rol.

Fue un día maravilloso y ahora tengo esa sensación de nostalgia por todo lo vivido. Me resulta increíble que esta ceremonia tenga la magnitud y grandeza de la que fui testigo; una muestra de arte, cultura y tradición de la que todos los peruanos nos debemos sentir francamente orgullosos.

Gracias Cusco por conservar nuestras raíces y hacernos parte de una fiesta majestuosa.

Agredecimiento especial:

SKY Airlines
https://www.skyairline.com/peru

JW Marriott El Convento Cusco
https://www.espanol.marriott.com/hotels/travel/cuzmc-jw-marriott-el-convento-cusco/

Por: Andrea Chaman (enviada especial al Cusco)
INFOTUR LATAM
www.infoturlatam.com

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