Hoy quiero compartir con ustedes una experiencia que me dejó sin aliento, en uno de los tesoros naturales más impresionantes de Costa Rica: el Volcán Poás. Este majestuoso volcán, ubicado en la provincia de Alajuela, no solo es un ícono del país, sino también un lugar lleno de historia, biodiversidad y belleza.
Desde el instante en que puse un pie en el Parque Nacional Volcán Poás, supe que estaba a punto de embarcarme en una aventura fascinante. La caminata hacia el cráter es mucho más que un simple recorrido, es una inmersión en la magia de la naturaleza. Senderos rodeados de exuberante vegetación y una variedad sorprendente de flora y fauna me rodeaban, haciéndome sentir como si hubiera entrado en un mundo de maravillas.
A medida que ascendía, me detuve para apreciar el impresionante espectáculo de la fumarola, un recordatorio del poder latente de la tierra. La temperatura en la cima era fresca, y el aire estaba impregnado de un ligero olor a azufre. No pude evitar sentir una mezcla de respeto y admiración por esta maravilla natural, que ha desempeñado un papel crucial en la historia cultural y económica de la región.
Al llegar al mirador, la belleza del paisaje me dejó totalmente impresionada. El cráter, con su asombroso lago ácido de un vibrante color turquesa, es un espectáculo que desafía toda descripción. La vista es sencillamente espectacular, y el sonido, más los gases que emanan del volcán añaden un toque de misterio y dramatismo a la experiencia. Es un recordatorio poderoso de la majestuosidad de la naturaleza y de la urgencia de cuidar nuestro planeta.
Tuve también la fortuna de aprender sobre la intrigante geología del volcán y su historia eruptiva. Los guías del parque, apasionados y bien informados, hicieron que mi visita fuera aún más enriquecedora. Comprendí la vital importancia de preservar este entorno único para las futuras generaciones, un legado que no debemos dar por sentado.
El Volcán Poás no es solo un destino turístico, es un símbolo de la rica biodiversidad que caracteriza a Costa Rica. Espero que más personas tengan la oportunidad de visitarlo y experimentar su belleza de primera mano. Este lugar invita a la reflexión y al respeto por la naturaleza, recordándonos que somos custodios de este hermoso planeta.
Así que, si alguna vez se encuentran en Costa Rica, los animo a no dudar en visitar el Volcán Poás. Les prometo que será una experiencia inolvidable que seguramente quedará grabada en sus corazones.
Por: Stephany Díaz
INFOTUR LATAM
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