Brujas recibe anualmente millones de viajeros y turistas que la han convertido en una de las ciudades punteras en turismo. Pero como en casi todos los casos similares, eso desencadena un problema con los alquileres para los residentes, además de una sensación de saturación.
Tras muchas protestas vecinales, la municipalidad ha decidido paralizar la expansión de Airbnb y de otras plataformas similares.
Varios movimientos vecinales han elevado su voz en Brujas hablando de pérdida de calidad de vida, derivaba de la falta de alojamientos. La ciudad, aunque dispone de una amplia oferta hotelera, ha visto cómo una parte de sus visitantes se han comenzado a alojar en apartamentos residenciales situados en los barrios alejados de las zonas turísticas, lo que ha incrementado los precios de los alquileres.
La ciudad tiene 120 mil habitantes y recibe al día algo menos de 30 mil turistas, o sea que añade un volumen del 25 por ciento de personas.
Inicialmente, el municipio no alterará la situación de los alquileres existentes, sino que congelará su número a futuro.
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