La plataforma Airbnb ha suspendido de manera indefinida sus servicios en Cuba, afectando a más de mil anfitriones de alojamientos y experiencias que ya no pueden recibir pagos dentro del país. Aunque Airbnb ha mencionado nuevas regulaciones del gobierno de EE.UU. como causa, no ha ofrecido un comunicado oficial ni un calendario claro para resolver la situación.
Desde inicios de 2025, los anfitriones cubanos comenzaron a notar que sus calendarios desaparecían de la plataforma y sus experiencias eran marcadas como “en pausa”. Airbnb comunicó que procesaría los pagos pendientes, pero exigió que en adelante los cobros se realicen a través de cuentas bancarias en el extranjero, eliminando así la opción anterior de usar tarjetas en MLC (moneda libremente convertible) cubanas.
La medida ha generado caos en la comunidad de anfitriones, especialmente en los grupos de WhatsApp, donde muchos reportaron haber recibido respuestas vagas por parte del equipo de soporte. La empresa estadounidense VaCuba, encargada de gestionar las transacciones financieras para Airbnb en la isla, habría intentado demostrar que los pagos no iban al gobierno cubano, sin obtener respuesta de la plataforma.
Las consecuencias van más allá de lo económico: muchos anfitriones deben ahora buscar alternativas complejas y costosas, como abrir cuentas en el extranjero, usar tarjetas virtuales o depender de familiares. Algunos incluso enfrentan trabas al intentar actualizar su perfil en Airbnb, ya que la plataforma bloquea operaciones cuando el país de residencia está fijado como Cuba.
La suspensión también impacta en el lado más humano del turismo: las Airbnb Experiences en Cuba ofrecían a los viajeros una forma directa de conectar con la vida cotidiana del país, desde talleres artísticos hasta recorridos históricos. Su eliminación representa no solo un golpe financiero para los anfitriones, sino también la pérdida de una vía para mostrar una Cuba más allá del turismo estatal tradicional.
En el trasfondo de esta decisión está la intensificación de las sanciones por parte de la administración Trump en su segundo mandato. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) multó a Airbnb en 2022 por presuntas violaciones relacionadas con sus operaciones en Cuba, lo que ahora podría estar motivando una revisión más estricta de sus servicios en la isla. Mientras tanto, cientos de cubanos ven desaparecer su principal fuente de ingresos sin claridad sobre el futuro.
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